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¿Cómo mejorar la respiración?


Antes que nada vamos a ver qué quiere decir algunas palabras relacionadas con este tema:

Ventilación es el movimiento de aire hacia y desde el pulmón.
Perfusión es la circulación de sangre por los alveolos para oxigenarse.
Es importante que la ventilación se produzca en aéreas bien perfundidas y viceversa. Es decir que tanto la ventilación como la perfusión deben estar acopladas para un máximo aprovechamiento.
En posición de pie logramos la mejor ventilación en las bases, y la mejor relación ventilación –perfusión está en la zona media del pulmón.

En los problemas respriatorios como EPOC y fibrosis quistica y en los pacientes con tos y flemas entre otros, no siempre las zonas bien perfundidas, son las bien ventiladas.

Por lo tanto conocer este dato le permite a nuestro terapista recomendar posiciones para favorecer el flujo aéreo si tenemos algún área obstruida o más afectada.

También se sabe que detener o frenar durante unos segundos la respiración permite que el aire se mueva a través de las zonas obstruidas y con ello mejore la ventilación.

Otra forma de mejorar la ventilación es aumentar la presión espiratoria para mantener las vías aéreas abiertas, a través de la utilización de auxiliares como el flutter, la máscara PEP, el RC cornet, Accapella o el sistema Pari PEP.

Algunas técnicas mejoran la ventilación y favorecen la eliminación de flemas como el ciclo activo de la respiración y el drenaje autogénico. Pero para poder explicarlas veremos algunos pasos previos que nos ayudan.

Terapia respiratoria:

La terapia respiratoria o fisioterapia se compone de varias técnicas Pasivas y Activas.
Las técnicas Pasivas son las que aplica al paciente otra persona y el paciente solo recibe el tratamiento, no hace ningún esfuerzo por si mismo, seria por ejemplo el drenaje y clapping.

Las técnicas activas en cambio requieren del esfuerzo y cooperación del paciente.

Técnicas Activas

Las técnicas activas movilizan la caja torácica y como dijimos el paciente ya sea niño o adulto coopera y efectúa el esfuerzo por sí mismo. Este tipo de técnicas le ayudan al niño en su independencia y desarrollo normal.
Se puede:

•Profundizar cada respiración y aumentar la ventilación
•Transportar y sacar las secreciones.
•Prepararlo al paciente para técnicas como el drenaje autogénico o el ciclo activo de la respiración.

Ejercicios de expansión torácica:

Son respiraciones profundas dándole más importancia a la inspiración. La inspiración o entrada del aire es profunda y se debe combinar con una detención o freno en la sacada del aire de por lo menos 3 segundos y luego se exhala lenta y relajadamente.

Esta respiración profunda re expande el pulmón y moviliza secreciones bronquiales por un mecanismo que se llama interdependencia, o sea el efecto que tiene la expansión de los alveolos sobre las estructuras vecinas expandiéndolas también.
Se hacen tres o cuatro expansiones torácicas y luego una pausa de unos pocos segundos, seguida luego de respiraciones normales.

El ejercicio de expansión puede estimularse colocando una mano sobre el pecho y sintiendo la distensión del pulmón.

Con niños pequeños se les puede enseñar jugando a inflar el pecho, aguantar la respiración y luego soltar el aire despacio, utilizando un espejo para que se vean al hacer el ejercicio o imitando a los papas o terapistas.

Los ejercicios de expansión pueden combinarse con vibración o clapping.

En el post siguiente comentaremos el Huff y la espiración forzada como paso previo a las técnicas activas llamadas ciclo activo de la respiración y drenaje autogénico.

Publicado Hace 15 años
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